La Policía Local, en Valencia, da muestras de madurez, profesionalidad y respeto constitucional a la lengua de la tierra. No sólo acepta con naturalidad y sin estridencias que, como ciudadano, puedas estar en desacuerdo con la multa que te han puesto, sino que estudia cuidadosamente tus argumentos e incluso llega a reconocer que tienes razón y deja sin efecto la multa. Y si te diriges a ellos en valenciano, te contestan en la misma lengua y lo hacen a un nivel presentable. Así, pues, una buena nota para este organismo municipal, que progresa adecuadamente. Ojalá otras instituciones valencianas tomen nota y usen la lengua propia habitualmente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de octubre de 2001