En la calle San Millán esquina con Estudios y la plaza de Cascorro, los dos pasos de peatones que hay han dejado de existir durante gran parte del día. ¿Por qué? Muy sencillo: la nula educación cívica, consentida, de conductores que piensan únicamente en su comodidad y en su bolsillo, dejando los coches sobre los pasos de cebra teniendo un parking a 78 metros.
Decenas de llamadas a la Policía Municipal, dos escritos a la Junta Municipal del Distrito Centro. Todo continúa igual. Nadie ha hecho absolutamente nada por solucionar este problema. Imagínense lo que esto significa para las personas mayores, discapacitadas, familias con coches de niños. ¿Es que todo vale?
Por cierto, ¿podrían informarme dónde solicitar el permiso especial para aparcar en dos o tres filas los muchos días de 'comilonas' en un restaurante del que todos sabemos el nombre, en las proximidades de la cava Baja?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de octubre de 2001