Suena realmente provocador el discurso de Cela en la apertura del Congreso de la Lengua oído desde Cataluña. Sus alertas sobre la desaparición en un futuro próximo del castellano en la península Ibérica suenan a cachondeo. Si, como afirma, debemos defender la libertad de las lenguas y sus habitantes, que empiece por las de la península Ibérica, donde, además del castellano, le recuerdo que se hablan portugués, gallego, euskera y catalán como lenguas oficiales en sus respectivos territorios. Y es por la diversidad lingüística de España por lo que prefiero utilizar el término 'castellano' en lugar de 'español'.
En España, de momento, aún se hablan varias lenguas, aunque le pese al señor Cela y a su afán de maximizar a los usuarios del castellano en el mundo a costa, claro, de los usuarios de otras lenguas igualmente respetables.
Vigile, señor Cela, su lengua y no tire de la nuestra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de octubre de 2001