Se quejan los sindicatos de la Policía Municipal que en Getxo les quieren poner un costoso localizador GPS/GSM en sus patrullas. Tienen su razón porque se pueden conculcar derechos y, en teoría, por radio ya se puede informar de lo que hacen y de su posición. Pero, ¿y de lo que no hacen y de donde no deberían estar? Así se verá, cuánto tiempo llevan sin moverse de un lugar.
¿Cuántas veces no habremos visto un par de patrullas de cháchara, de espaldas a la carretera? ¿O agentes pasar en cada cambio de turno junto a coches mal aparcados en la misma esquina o sobre la misma acera sin hacer nada? ¿O patrullas que ven conductores hablando por teléfono y no pararles? ¿O perros grandes sueltos en lugares concurridos? ¿O que un vecino llame para quejarse de un coche aparcado en su garaje o de unos gamberros y le contesten que no hay patrullas disponibles?
Luego resulta que hay accidentes evitables o que te echan la bronca por parar un momento a sacar un bulto del coche. ¿Para qué pagamos sus sueldos a aquellos nuevos funcionarios a los que, si les reprochas su actitud, les haces una sugerencia o les denuncias infracciones habituales te responden con sorna y mala educación o ponen en duda tus palabras? Antes eran pocos y el servicio era malo; ahora son más y poco ha mejorado. Si no les gusta su trabajo fijo, que lo dejen a gente con ilusión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de octubre de 2001