El recluso de la prisión Sevilla II Miguel Ángel Fernández fue hallado muerto en su celda el pasado domingo durante el recuento ordinario de los internos. Su cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para serle practicada la autopsia, aunque no presentaba signos externos de violencia. Fernández, de 31 años, estaba detenido como supuesto autor del asesinato de J. M. B., un varón de 28 años cuyo cuerpo fue encontrado en un saco, descuartizado y quemado, en una vivienda de Los Palacios el pasado 11 de octubre. La denuncia fue presentada por el propio hermano del supuesto agresor, quien dijo que su hermano le había confesado que había cometido un asesinato y que el cuerpo estaba en la casa de la madre de ambos, una vivienda en venta y semiabandonada. Las investigaciones señalaron que Fernández supuestamente agredió a J. M. B. con una barra de hierro, prendió fuego al cadáver y lo descuartizó para posteriormente meterlo en un saco con el fin de deshacerse de él.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de octubre de 2001