Los socialistas no están satisfechos con las explicaciones del consejero de Sanidad, Serafín Castellano, sobre el descuido o fallo que obligó a retirar parte de la sangre almacenada en el centro de transfusiones de Castellón. 'Se pretende dejar [el incidente] en anécdota', se quejó ayer el diputado del PSPV Daniel Gozalbo, quien exigió la intervención de la inspección sanitaria para investigar lo ocurrido. La puerta de un congelador que almacenaba sangre se quedó abierta y el sistema de alarma no funcióno.
El parlamentario socialista Daniel Gozalbo y el portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Castellón, Ignacio Subías, exigieron ayer la intervención de la inspección sanitaria en el centro de transfusiones de Castellón, donde un fallo provocó la retirada de parte de la sangre almacenada.
Los socialistas mantuvieron que, pese a la respuesta del consejero de Sanidad, Serafín Castellano, quien quiso convertir el fallo en un logro, continuarán 'insistiendo' en su solicitud de responsabilidades. 'Se pretende dejar [el incidente] en anécdota', mantuvo Gozalbo, 'cuando se trata del sistema sanitario y de algo tan vulnerable y frágil como la sangre'.
Tal como publicó EL PAÍS, un fallo humano provocó que la puerta del congelador que se encuentra dentro de la cámara donde se conserva la sangre se quedara abierta. El descuido causó una alteración en la temperatura a la que debe mantenerse la sangre, ya que los sistemas de alarma que avisan de estas variaciones fallaron. La dirección del centro optó por retirar parte de las bolsas de sangre almacenadas y conservar el resto, acción tras la que reunió al personal del centro para exigirle absoluta discreción sobre lo ocurrido.
Los socialistas hicieron hincapié en la privatización del servicio de transporte de muestras a Valencia que, después de que se produjera el fallo, fue encargado a una empresa de mensajería. Para ello, la dirección facilitó una llave del centro y, por lo tanto, el acceso a la sangre en un horario en el que carecía de cualquier tipo de control.
Según Gozalbo, se prescindió de este servicio días después de que se conocieran públicamente las facilidades de acceso que se habían otorgado a personal ajeno al centro de transfusiones. Gozalbo señaló que el fallo afecta a la 'vulnerabilidad de todo el sistema sanitario' y reiteró que, dado que existe un cuerpo de inspección sanitaria, éste debería actuar al respecto.
Sin embargo, desveló que, de una pregunta realizada al propio consejero de Sanidad, se deduce que el jefe de la inspección sanitaria no cumple con los requisitos que se exigen para dicho puesto. La plaza está clasificada como puesto funcionarial de administración especial, con requisito de médico inspector y forma de provisión por concurso. Según Gozalbo, la persona que ocupa este puesto, Salvador Comes, 'ni era funcionario ni es inspector'. 'Su mérito es que pasó de una lista municipal del PP a ocupar la plaza de jefe de inspección', añadió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de octubre de 2001