Un japonés que se identificó como periodista fue capturado ayer en la provincia de Kunar, al este de Afganistán, según fuentes talibanes citadas por la agencia afgana con base en Pakistán AIP. Los talibanes aseguraron desconocer el nombre del ciudadano japonés, así como si es un hombre o una mujer. "Por ahora no se sabe quién es el japonés ni por qué estaba en Afganistán", aseguraron estas fuentes desde Jalalabad, al oeste del país.
Portavoces de los servicios de información afganos señalaron que el supuesto periodista -también existen dudas sobre que ésta sea su verdadera profesión- fue arrestado por haber entrado ilegalmente en el país. La agencia afgana asegura que el hombre penetró en Afganistán de forma secreta, pero sin ofrecer más detalles.
La provincia de Kunar comparte frontera con una región del noroeste de Pakistán desde donde otros periodistas extranjeros han conseguido entrar clandestinamente para cubrir la campaña antiterrorista de Estados Unidos contra el régimen talibán. Los reporteros tienen prohibida la entrada en la zona de Afganistán controlada por los talibanes, que dominan prácticamente todo el territorio afgano.
De confirmarse la detención del supuesto periodista japonés, los arrestos de reporteros por parte del régimen talibán desde que la Administración Bush anunció su campaña contra Osama Bin Laden ascienden ya a tres. El informador francés Michel Peyrard, enviado a Afganistán por el semanario Paris-Match, se encuentra bajo el poder de las autoridades talibanes desde su detención el pasado 9 de octubre en el este de Jalalabad.
Peyrard, de 44 años, fue acusado de espionaje y se enfrenta a un juicio por el que puede ser condenado a muerte.
"Sin clemencia"
El reportero francés no recibirá la misma "clemencia" que la periodista británica liberada el 8 de octubre, según una autoridad talibán citada por un periódico paquistaní. Yvonne Ridle, permaneció retenida en suelo afgano 10 días desde el 28 de septiembre.
Aunque no existen noticias confirmadas sobre la suerte del periodista francés, los rumores difundidos sugieren lo peor. Un guardia talibán que asegura haber participado en su captura declaró a la agencia de noticias Reuters que Peyrard casi resultó muerto la semana pasada tras los malos tratos que le infligieron militantes árabes el día de su detención. "Los árabes querían matarlo", aseguró el guardia refiriéndose a representantes de la organización terrorista Al Qaeda.
Además de estos periodistas, ocho miembros de la organización no gubernamental Shelter Now se encuentran retenidos por los talibanes. Los cooperantes, encarcelados antes de que comenzara la campaña antiterrorista de Estados Unidos, están acusados de predicar el cristianismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de octubre de 2001