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Los inmigrantes sin papeles plantan a la CGT e intensifican sus protestas

Los 80 inmigrantes acampados en la Universidad Autónoma de Barcelona para reclamar un alojamiento dieron ayer un portazo al sindicato CGT, que los alojó en sus locales las últimas semanas, y anunciaron que se ponían en manos de la ONG SOS Racismo. 'La CGT nos echó de sus locales y sus responsables dicen que nos hemos ido por decisión propia, lo que no es cierto', argumentaron los inmigrantes en una nota de prensa.

Los acampados en Bellaterra son parte del grupo de sin papeles que en agosto fue desalojado de varias plazas de Barcelona donde vivían desde hacía meses. Cuando un centenar de ellos fueron detenidos, el resto se refugió en locales de varias organizaciones y del sindicato CGT, donde permanecieron hasta la semana pasada, cuando un grupo de ellos decidió acampar en la UAB para continuar protestando. La protesta se amplió el martes con otra acampada de sin papeles en el campus de la Universidad de Barcelona.

Los inmigrantes de la UAB han decidido rechazar la intermediación de la CGT porque creen que la postura radical que mantiene este sindicato no les beneficia. 'Este sindicato nos ha decepcionado', concluye la nota enviada ayer. La lucha de estos inmigrantes, que pese a contar con una orden de expulsión no han sido repatriados, se basa ahora en conseguir un lugar donde resguardarse del frío.

Con la CGT fuera de escena, el Departamento de Bienestar Social de la Generalitat ha pedido a Cáritas y Cruz Roja que hagan lo posible para encontrar un alojamiento provisional para estas personas. Esta ayuda, que según el director general de Servicios Comunitarios, Valentí Sallas, sería 'puntual y personalizada' se podría comenzar a dar en breve. Según Sallas, 'Bienestar Social ha pedido a Cruz Roja y Cáritas que analice la situación de estos inmigrantes sea cual sea su estatus legal'. De esta forma, la ayuda hacia estos inmigrantes quedaría fuera del plan especial acordado en agosto según el cual las dos ONG sólo podían prestar ayuda a los extranjeros sin orden de expulsión.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de octubre de 2001