Un día que en Robledillo fui a llamar / por teléfono, compruebo que no estaba / en el sitio donde antes se encontraba / el público artefacto para hablar./
¿Y qué es lo que hice entonces? Pues tomar / el coche, ir a Berzosa y a Serrada / y a Cervera intentando la llamada..., / y seguir sin poder comunicar. / Tres cuartos de lo mismo en el Berrueco: / de dos cabinas que hay, una no va, / y la otra sólo va usando tarjeta. / Aparatos remisos y mostrencos, / que de adorno se quedan donde están / mientras yo voy a hablar a La Cabrera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de octubre de 2001