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Liga de Campeones | FÚTBOL

Raúl no ajusta el punto de mira

Por el césped del Bernabéu, bajo las banderas naranjas de los aficionados del Roma, bastantes, y de las blancas de los del Madrid, bastantes más, un futbolista, Raúl, debió de mirar más de una vez sus botas con sorpresa. ¿Qué pasa? El delantero más certero del Madrid era incapaz de empujar el balón entre los tres palos. Incluso sin portero. Raúl ya levantaba el brazo derecho en señal de alegría mientras el guardameta del Roma, Antonioli, se retorcía en el suelo, cerca del pico del área. Pero el lanzamiento del delantero se marchó fuera.

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La jugada había nacido de la privilegiada imaginación del debutante, Zidane, que metió un magnífico pase interior a Morientes. Éste, lento, llegó al balón, pero también impactó con su rodilla en la cabeza de Antonioli, que salió a la desesperada. El balón llegó hasta Raúl, que levantó la vista, observó el portal vacío, lanzó un tiro raso, levantó el puño y siguió la trayectoria del balón esperando el momento del festejo. No lo hubo. El balón se marchó cerca del palo. Fuera. Y no era el primero.

En el primer cuarto de hora el voraz Raúl tuvo dos ocasiones más. Pero falló en la definición. Un par de minutos antes, con otro futbolista del Roma encogido en algún lugar del área y sin que a nadie se le ocurriese la idea de lanzar el balón fuera del campo, Raúl disparó a puerta. A media altura, duro..., pero por el centro.

Su pareja en el juego de binomios, de comparaciones entre los dos equipos, el media punta Totti, se supone que uno de sus grandes rivales en la lucha por el "Balón de Oro", invirtió completamente la actuación de Raúl. Apenas tocó el cuero, pero tuvo una ocasión y marcó. Algo que a Raúl se le negó durante toda la noche, incluido un mano a mano con Antonioli en el que el delantero metió la puntera demasiado tarde, cuando el portero ya había interpuesto su cuerpo entre el balón y la red.

Y es que los jugadores del Roma se recostaban en el césped a la mínima. "Son italianos", apostilló Michel Salgado, el protagonista del centro que habilitó a Morientes en la jugada del penalti mientras Zebina se lamentaba tirado junto a la frontal. Salgado insistió: "Yo no le vi", pero los jugadores del Roma sí, y todos a una se lanzaron a recriminar al lateral. "Tiene que haber deportividad, pero es que han simulado caídas continuamente", afirmó Del Bosque sobre el lance.

Un Del Bosque que se marchó satisfecho aunque reconoció: "El partido ha sido brillante por parte de los dos equipos". Sin embargo precisó: "Nosotros hemos ganado en entusiasmo". El técnico madridista confesó que le gusta su equipo "con Zidane, pero también sin él". El francés se mostró lacónico pero dijo sentirse "muy contento" con su debú en Europa con el Madrid. Mientras Capello, técnico del Roma, aseveró orgulloso: "mi equipos es muy maduro y con mucha personalidad".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de octubre de 2001