El vuelo Girona-Madrid de la compañía Air Nostrum, que el próximo sábado efectúa su último trayecto, obligó el lunes de la semana pasada a descender a la mitad del pasaje del avión cuando los viajeros ya se habían aposentado en sus asientos y faltaba poco tiempo para que el aparato emprendiera el vuelo.
Según la explicación ofrecida por el comandante de la aeronave, el avión sufría sobrecarga, situación que obligó a la mitad del pasaje a bajar del avión y buscar medidas alternativas para desplazarse hasta Madrid. Entre los pasajeros del vuelo que se ofrecieron voluntarios a abandonar el aparato se encontraba Carles Pàramo, el presidente de la Diputación de Girona, institución que, junto con la Generalitat, ha contribuido a subvencionar un vuelo que se ha ido desprestigiando a causa del incremento de precios, las cancelaciones sin previo aviso y las alteraciones de los horarios.
La Diputación está manteniendo contactos para ofrecer el servicio Girona-Madrid, que ha mostrado una ocupacion más que aceptable, a una nueva compañía aérea. Casi con toda probabilidad, los vuelos serán adjudicados a la compañía Air Catalunya, que también recibirá subvenciones de las instituciones y ofrecerá unas tarifas inferiores al coste real del servicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de octubre de 2001