Los votos de la emigración gallega no modifican el reparto de escaños surgido de los sufragios depositados en las urnas el 21 de octubre (41 diputados el PP, 17 el BNG y 17 el PSdeG-PSOE), y certifican el apoyo mayoritario de los residentes en el extranjero al PP, aunque en menor medida que en 1997. Los socialistas conservaron su tercer escaño en Ourense por sólo 712 votos. El laborioso recuento, finalizado a última hora de la tarde en la junta electoral de Ourense, ha revelado más irregularidades.
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Una vez sumados los votos de los emigrantes, los resultados finales de estas elecciones autonómicas reflejan que el Partido Popular supera a la suma de los dos mayores partidos de la oposición en 111.468 votos. Los sufragios del Censo de Residentes Ausentes (Cera) reducen la ventaja global de los nacionalistas sobre los socialistas de 21.000 a 11.500 votos.
De nuevo la candidatura encabezada por Manuel Fraga arrasa en el escrutinio del Cera y consigue 45.964 votos que suponen el 67,9 % de los emitidos (38.962 y el 70% en 1997); el PSdeG-PSOE 14.183 y el 20,9% (12.195 y el 21,9%) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) 4.223 y 6,24% (antes 2.625 y el 4,7%). La participación de los residentes ausentes se mantiene muy baja (sólo ejerce su derecho de sufragio el 28% de los censados) si bien en estas autonómicas ha votado un 33,9% más de emigrantes, según los datos de Correos.
Crecimiento del BNG
En las cuatro juntas electorales se recibieron del extranjero 75.336 sobres (de ellos 69.027 fueron considerados válidos, incluidos los votos en blanco), frente a los 56.222 de las elecciones autonómicas de 1997. Así, todos los partidos aumentaron el número de sufragios con respecto a la anterior convocatoria, aunque porcentualmente sólo los incrementa el BNG. La mayor parte de esos votos de emigrantes proceden de Argentina (33.595) seguido a mucha distancia por los de Suiza (9.787), Uruguay, Venezuela, Brasil, Francia, Alemania y Reino Unido.
La juntas de Lugo y Ourense (donde el escrutinio fue interrumpido por una amenaza de bomba en el palacio de Justicia) tuvieron que anular cinco papeletas de personas fallecidas, según el coordinador lucense del PSdeG-PSOE, Ricardo Varela, al venir incluido en el sobre el certificado de defunción. A juicio de la secretaria de Políticas Migratorias del PSdeG, Marisol Soneira, "fue gente que quiso demostrar que el sistema no funciona, porque sin el certificado habrían sido votos válidos".
El cabeza de lista del BNG por Ourense, Alfredo Suárez Canal, manifestó que están considerando la posibilidad de presentar un recurso, "y en todo caso, reclamar que las garantías de votación sean iguales en el exterior y en el interior". Por su parte, el dirigente del PSOE, José Blanco, pidió la revisión del Cera y propuso una reforma de la ley electoral para que los emigrantes puedan votar en una urna en sus lugares de residencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de octubre de 2001