La 23ª Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Bilbao, que hoy se inaugura en el paseo del Arenal, espera que unas 250.000 personas visiten sus puestos hasta su clausura el 11 de noviembre. Los organizadores prevén superar la facturación de 40 millones de pesetas del pasado año, pese a los reducidos precios de la mayor parte de los ejemplares que se ponen a la venta. La feria contará este año con 35 puestos, la mayoría instalados por los libreros de Vizcaya habituales en esta convocatoria, que permite dar salida al creciente volumen de obras descatalogadas.
El ritmo de publicación anual -60.000 títulos en España el pasado año- motiva que 'montañas de libros aparezcan en estas ferias', según dijo ayer el presidente de la Cámara del Libro de Euskadi, Lorenzo Portillo. La novela es la reina, aunque también se pueden encontrar obras de referencia, de cocina, literatura infantil y discos.
Entre las piezas antiguas, se podrán hallar desde viejos carteles de cine a documentos con firmas reales o bulas papales, aunque los libreros especializados en antigüedades prefieren vender a través de catálogo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de octubre de 2001