Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
OPINIÓN DEL LECTOR

Las palomas de la discordia

El barrio de Argüelles-Moncloa ha sido tomado por las palomas. Ya ha habido casos de personas afectadas por la clamidiasis, enfermedad que transmiten parecida a la pulmonía, y por eso lo he expuesto en reiteradas ocasiones en la Junta Municipal de Moncloa y en la Concejalía de Salud y Consumo.

Allí siempre me dicen lo mismo: que está a punto de salir una ordenanza que prohíba darles de comer en la vía pública.

En Suiza se aprobó hace tiempo una ley que multaba a las personas que dan de comer a las palomas. Al parecer, en Barcelona las están exterminando con una especie de gas.

Pienso que lo mismo que se hacen campañas contra las drogas, alcohol y velocidad en carretera, se debería concienciar a los ciudadanos de que las palomas son nocivas para la salud si no se las controla. Ahora, si de lo que se trata es de emular a Esparta para mermar el censo de las personas mayores de Argüelles, que el Ayuntamiento siga siendo así de tibio con este tema, porque ya se sabe que es difícil contentar a todos y esto perjudica a los políticos, ¿verdad? Y digo yo: ¿a quién se le ocurriría hacer de la paloma el símbolo de la paz?

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de octubre de 2001