Maurizio Gasparri, ministro de las Comunicaciones, dio carpetazo ayer al acuerdo alcanzado en abril por la RAI (radiotelevisión pública italiana) con la firma estadounidense Crown Castle, para vender el 49% de la sociedad (Raiway) que controla y gestiona los sistemas y las instalaciones de transmisión y difusión televisiva y radiofónica en Italia (repetidores, cables de fibra óptica, etcétera). La decisión representa un duro golpe para el presidente de la RAI, Roberto Zaccaria, próximo al centro-izquierda, quien denunció el caso como 'un hecho gravísimo'. Pese a ello, Zaccaria ha decidido que no dimitirá y agotará el mandato dentro de unos meses. Gasparri justifica su negativa en razones financieras. A su juicio, la venta devaluaba las instalaciones y se corría el riesgo de dejar en manos extranjeras una sociedad estratégica.
Por su parte, el líder del Olivo, Francesco Rutelli, denunció que el episodio evidencia el 'conflicto de intereses' que afecta al primer ministro, Silvio Berlusconi, que es dueño de tres cadenas de televisión privadas y en estos momentos controla además las tres emisoras de la televisión pública.
La RAI había recibido ya unos 65.000 millones de pesetas por la cesión del 49% de Raiway.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de octubre de 2001