La 16ª edición del Festival Iberoamericano de Teatro (FIT) de Cádiz concluyó anoche con un balance positivo. La calidad del programa osciló entre la apuesta segura de Els Comediants o la compañía de Marta Carrasco y el lamentable fracaso de grupos como la Compañía Nacional de Costa Rica o los colombianos Mapa Teatro, pasando por la probada experiencia de colectivos como Rajatabla (Venezuela) o Yuyachkani (Perú), ambos con 30 años de trayectoria.
Entre las grandes revelaciones de este año, cabe destacar la propuesta de los chilenos La Patogallina y su obra El húsar de la muerte, así como los argentinos L.E.H. con La escala humana, acaso el único espectáculo que despertó el aplauso unánime de crítica y público.
Para el director del Festival, José Bablé, 'todas las expectativas han sido cumplidas, tanto más después de que los sucesos del día 11 de septiembre obligaran a trastocar todos los planes'.
La productora puertorriqueña Ingrid Ramírez destacó, 'por encima de los espectáculos buenos y los que no lo son tanto, que Cádiz es ante todo ese espacio donde la gran familia del teatro se conoce e intercambia ideas y experiencias'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de octubre de 2001