Con los precios actuales de las casas y de los alquileres en Barcelona, ¿cómo puede ser que haya viviendas en donde no vive nadie durante años o décadas? ¿El derecho de propiedad es un derecho absoluto? ¿No es vergonzoso que un barcelonés deje que se caiga una casa que no usa mientras hay otro que se deja medio sueldo en un alquiler? ¿La especulación es un valor que proteger y fomentar? Mientras persiste esta situación hay políticos y constructores que reclaman que se pueda construir en lugares en los que hoy no está permitido hacerlo, con el posible perjuicio ambiental y paisajístico que ello puede comportar. Cuestión de prioridades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de octubre de 2001