Al Mallorca no se le da bien El Sadar y ayer se empeñó en demostrarlo. Realizó un primer tiempo pésimo, agazapado atrás y excesivamente timorato. Para colmo, se encontró enfrente a un Osasuna extramotivado, con ganas de demostrarle a su afición que el caso Gancedo ya está olvidado.
OSASUNA 4| MALLORCA 0
Osasuna: Unzue; Contreras, Mateo, Cruchaga; Yanguas (I. López, m.87), Rivero (Lekumberri, m. 63), Puñal; Gancedo, Alfredo, Iván Rosado; y Aloisi (Armentano, m. 75). Mallorca: Leo Franco; Olaizola, Nadal, Fernando Niño, Soler; Campano (Paunovic, m. 60), Robles (Biagini, m. 60), Marcos, Álvaro Novo; Luque (Carlos, m. 70) y Etoo. Goles: 1-0 M.10. Pase desde la banda derecha de Iván Rosado que aprovecha Aloisi para empujarlo a puerta. 2-0 M. 30. Puñal marca de falta directa. 3-0 M.65. Gancedo aprovecha un rechace de Leo Franco. 4-0 M. 82: Iván Rosado se encuentra un balón en el segundo palo y marca a placer. Árbitro: González Vázquez. Amonestó a Alfredo, Puñal, Niño, Etoo y Olaizola. 16.950 espectadores en El Sadar.
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Al Mallorca no se le da bien El Sadar y ayer se empeñó en demostrarlo. Realizó un primer tiempo pésimo, agazapado atrás y excesivamente timorato. Para colmo, se encontró enfrente a un Osasuna extramotivado, con ganas de demostrarle a su afición que el caso Gancedo ya está olvidado. El público enseguida captó el mensaje y se enchufó en el partido animando tanto a Gancedo como a Lotina. Y las cosas no pudieron salir mejor. Alrededor del jugador argentino giró todo el juego del equipo pero fue Aloisi quien marcó las diferencias en la primera mitad. El australiano saltó por primera vez en el once titular en lo que va de temporada y a los diez minutos demostró que es un nueve clásico. Un buen pase desde la banda derecha de Iván Rosado fue empujado por el ariete a gol en un tanto de oportunismo y olfato. Nadal no pudo detenerlo en ningún momento, ni siquiera en el juego aéreo. Ante la lucidez de Osasuna que, lejos de ponerse a defender la ventaja, quiso mantener la posesión de balón y buscar la portería rival, el Mallorca se vio encerrado. A la media hora, el esfuerzo de Osasuna se vio recompensado con un segundo gol. Una falta perfectamente botada por Puñal sorprendió a Leo Franco, que no esperaba el lanzamiento raso por el exterior de la barrera. Sergio Kresic no sabía cómo acabar con la empanada de su equipo. Tampoco Eto'o, en el primer balón en condiciones que tocaba, pudo marcar.
Tras el descanso, el Osasuna decidió jugar al contraataque ofreciendo a su rival la posibilidad de entrar en el partido. Pero fue algo efímero ya que el Mallorca demostró estar demasiado romo como para crear peligro. Osasuna aprovechó esta situación para darse un festín. Unas celebraciones que se completaron con el gol del polémico Gancedo. El abrazo del jugador argentino con Lotina fue la confirmación definitiva de que la paz entre ambos ya está sellada y desató el júbilo entre los aficionados osasunistas. Los últimos minutos, con el gol de Rosado provocaron la ola en las gradas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de octubre de 2001