Tan sólo siete minutos llevaba Djalminha sobre el césped del estadio Teresa Rivero cuando protagonizó la jugada que sentenció a su propio equipo. Un fallo clamoroso suyo propició el segundo gol del Rayo y la derrota del Depor.
Djalminha dio un pase perfecto al delantero rayista Bolic. Éste no desperdició el regalo del brasileño e inició un contraataque que culminó otro compatriota , Glaucio. "Quiero suponer que no le ha afectado la polémica", dijo el técnico, Javier Irureta, en referencia a los reclamos del brasileño por ser titular y su amenaza de dejar el club.
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El técnico defendió al genial media punta: "Acababa de entrar en el partido y se le ha quedado corto un pase, pero la culpa del gol no es suya, sino de un error colectivo. El equipo ha hecho movimientos que no me han gustado".
El técnico del Rayo, Gregorio Manzano, elogió a su equipo porque supo presionar al Deportivo de modo tal que el error de Djalminha pudo ser aprovechado: "Ha sido un error grave pero hay que destacar que mis jugadores estaban bien situados".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de octubre de 2001