Las dos grandes fuerzas de la oposición, PSOE e Izquierda Unida, exigieron ayer a Loyola de Palacio, ministra de Agricultura cuando estalló el escándalo del lino y actual comisaria europea, que dimita. Con ello cumpliría con su palabra, según estas dos formaciones, porque la ex ministra prometió que si se demostraba que había existido algún tipo de fraude en las ayudas al cultivo del lino abandonaría su cargo.
El portavoz de Economía de los socialistas, Jordi Sevilla, pidió a la comisaria que asuma su responsabilidad política y añadió otra reflexión: la multa que Bruselas puede imponer a España por este escándalo, dijo, no es la 'mejor tarjeta de presentación de la Presidencia' española de la Unión Europea, que comienza el 1 de enero de 2002. 'Aunque el Gobierno intentó, como siempre, escurrir el bulto echando responsabilidades de otros, en este caso las comunidades autónomas, la responsabilidad de altos funcionarios del Ministerio de Agricultura quedó manifiestamente probada', aseguró Sevilla.
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, sostuvo en Bilbao que 'es incontestable que ha habido un fraude de una magnitud muy importante' en las ayudas al cultivo del lino y reclamó al Gobierno que sea 'consecuente' y asuma las 'graves responsabilidades políticas' que tiene este asunto.
Mientras el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, se sumaba en declaraciones a la Cadena SER a esa petición de dimisión de la ex ministra, el portavoz del Partido Popular, Rafael Hernando, dio la vuelta al argumento y emplazó al propio Bono, y a su Gobierno, a que 'respondan ante los ciudadanos por su tremenda negligencia' en el control de las ayudas. El PP siempre ha sostenido que toda las responsabilidad de este escándalo recae en las comunidades autónomas, y especialmente en Castilla-La Mancha. La 'fuerte multa a España no debe recaer en las espaldas de todos los españoles', concluyó Hernando.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de octubre de 2001