Se tomaron todo el tiempo del mundo porque nadie se lo impidió. Un grupo de jóvenes antisistema realizaron la tarde del sábado diversas pintadas insultantes en la fachada de la comisaría de policía de Cornellà de Llobregat y en sus alrededores sin que ningún agente actuara. Según explicó un portavoz municipal, cuando ocurrieron los hechos había en esas dependencias tres policías, quienes permanecieron en el interior e hicieron la vista gorda a la acción que estaban protagonizando en el exterior cerca de un centenar de jóvenes. Provistos de aerosoles, éstos pintaron unas enormes letras con la inscripción 'Policía asesina. Tenéis las manos manchadas de sangre'. Y decoraron el graffiti con unas manchas alusivas.
Al mismo tiempo, otros jóvenes pintaban la acera de la comisaría con tres siluetas de cuerpos tendidos. En una colocaron la inscripción 'Torturado hasta morir'. En otra, 'Asesinado aquí', y en una tercera, 'Asesinado en prisión'. Junto a la comisaría de la policía, situada en la avenida de Sant Ildefons, los jóvenes pintaron otra frase que decía. 'Akí al lado se tortura'.
Pintura contra la patronal
Las pintadas afectaron también a numerosas fachadas de la ciudad con consignas en las que se alentaba a la violencia. 'Si la ETT te quema, quema tú la ETT', rezaba una de ellas. Pero hubo más. Los jóvenes también colgaron una enorme pancarta en otro edificio del barrio de Sant Ildefons que decía: '27 personas asesinadas por la policía en el Estado español en los dos últimos años. ¿Esto es democracia?'. Y también lanzaron botes de pintura de varios colores contra la Confederación de Empresarios, situada en la carretera de Esplugues, sin que tampoco interviniera la policía.
Las pintadas se realizaron durante una manifestación convocada por la Plataforma de Abusos de Poder de Cornellà, que recorrió diversos barrios de la ciudad.
Antoni Balmon, concejal de Gobernación y portavoz del Ayuntamiento de Cornellà, afirmó ayer que los hechos reflejan la falta de efectivos policiales que desde hace meses denuncian los alcaldes metropolitanos. En el caso de la comisaría de Cornellà, los fines de semana hay un sólo coche policial para la población de 140.000 habitantes de este municipio, además de Esplugues y Sant Just Desvern.
'Si estos hechos hubieran pasado en el País Vasco habría salido el ministro del Interior a pedir la dimisión de todos los jefes policiales de la Ertzaina', aseguró Balmon, quien calificó de 'una grave irresponsabilidad política' la escasez de policía 'porque es un desprecio hacia los ciudadanos de Cornellà y altera la convivencia ciudadana porque se generan situaciones de inseguridad'. Por su parte, un portavoz policial declinó comentar los hechos asegurando que no los conocía y que 'no debían de ser graves porque no nos han dicho nada'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de octubre de 2001