Los 35 niños del Colegio Público Arrels de Els Alamús (Segrià), que llevaban una semana sin asistir a clase por el boicoteo realizado por los padres contra un maestro, volvieron ayer por la tarde a la escuela después que el Departamento de Enseñanza aceptara trasladar al profesor repudiado a otro centro a petición propia.
La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio Arrels ha ganado el pulso que mantenía con el Departamento de Enseñanza de la Generalitat para conseguir que el maestro A. B. P. no diera clases en el pueblo. Los padres le acusaban de 'maltratar física y psicológicamente' a los niños, pero los servicios de inspección no han podido demostrar ninguna irregularidad en su conducta.
El conflicto escolar de Els Alamús se arrastra desde el curso 98-99, cuando los padres se quejaron de los métodos docentes del maestro, pero nunca llegaron a presentar una denuncia formal. Entonces el Departamento de Enseñanza concedió una comisión de servicios al maestro, que en los dos últimos cursos impartió clases en otra escuela de Vilanova de Segrià sin que se produjera ninguna queja. El problema se suscitó de nuevo hace dos semanas cuando, después de una baja médica, A. B. P. se reincorporó a su plaza de Els Alamús y los padres le recibieron no enviando a sus hijos a la escuela.
Ante la presión de los padres, el profesor solicitó el traslado a otro centro, petición que ha sido aceptada por la Delegación de Enseñanza en Lleida para no eternizar el conflicto. El delegado, Ramon Alturo, aseguró ayer que con esta decisión no se establece un precedente peligroso y que no se hará público el nuevo destino del profesor implicado en el conflicto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de octubre de 2001