La rodilla derecha de Jesús Carballo, vigente campeón del mundo de barra fija, sólo aguantó ayer dos aparatos, en la primera jornada con participación española de los Campeonatos del Mundo de gimnasia artística que se disputan en Gante (Bélgica). Cuando el gimnasta ya había completado un ejercicio, la misma rodilla que le alejó de los Juegos Olímpicos de Sydney cedió en la salida de su mejor aparato y devolvió al gimnasta directamente a Madrid.
Carballo, de 24 años, se ha roto el ligamento que le mantuvo alejado casi un año de la competición y será operado hoy en una clínica madrileña, confirmó su médico, Pedro Guillén.
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Carballo no podía andar cuando acabó el ejercicio de barra, aseguró ayer un miembro de la delegación española en Gante. Cuando llegó a Madrid, poco más allá de las 10 de la noche y acompañado de su hermano pequeño Manuel, gimnasta reserva del equipo, andaba muy despacio, renqueando. "Se me ha ido la rodilla", explicó el gimnasta, quien aseguró que hasta el momento de la salida el ejercicio iba "muy bien".
La lesión supone un palo doble para el gimnasta. En primer lugar porque le impide defender el título en barra, aparato del que es bicampeón mundial. Carballo obtuvo 9,125 puntos, que de no haberse caído se habrían convertido en 9,600 y le habrían llevado directamente a la final, calcula la delegación española. El incidente pone además en peligro su carrera deportiva. El gimnasta tendrá que repetir todo el proceso que vivió meses antes de los Juegos Olímpicos. Hoy mismo le será injertado un tendón para sustituir el dañado, una intervención que exige una recuperación "entre ocho y nueve meses", calcula el doctor Guillén.
"Va a ser muy duro", reconocía el gimnasta antes incluso de saber el alcance de su lesión. A pesar de ello, Carballo no quiere pensar aún en la retirada. Y le da la razón su médico: "Le vamos a operar y va a seguir".
La ausencia de Carballo, que debía participar en los seis aparatos, hizo mella en la clasificación del equipo, ya mermado por la ausencia del campeón olímpico de salto, Gervasio Deferr, también lesionado y que ni siquiera viajó a Gante. España terminó 14ª. Esta clasificación supone perder tres puestos con respecto a Sydney y aleja al equipo de la final que disputarán los ocho mejores mañana: Bielorrusia, Estados Unidos, que fue duda hasta el último momento por los atentados del 11 de septiembre, Corea del Sur, Rumania, Ucrania, Francia, China, que acude con un equipo muy joven, y una decepcionante Rusia.
Sólo Víctor Cano salvó el día, clasificándose para la final individual, que reúne a los 32 mejores gimnastas del mundo.
Por la tarde fue el turno de las chicas. Tras varios tropiezos en barra y suelo, las españolas acabaron en segunda posición, muy alejadas de Estados Unidos, el único rival importante que competía ayer. Hoy lo harán las favoritas -rusas y rumanas- y ucranias y australianas, las rivales más directas de España, cuyo objetivo es repetir el éxito olímpico, donde acabó quinta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de octubre de 2001