Un total de 32 inmigrantes colombianas que trabajaban como prostitutas en clubes y bares de alterne de Madrid, Cuenca, Toledo, Ciudad Real y Palencia han sido liberadas por la Guardia Civil. La llamada Operación Mami ha concluido con la detención de ocho personas, supuestos integrantes de la banda que extorsionaba a las mujeres, según informó ayer el instituto armado.
La banda captaba a las mujeres en Colombia, donde las prometía trabajo bien remunerado en España, como camareras o mujeres de compañía en clubes. Después les proporcionaban los billetes y documentación necesarias para viajar a España. Cuando llegaban a Madrid, les obligaban a prostituirse para pagar la deuda que contraían con la organización, que oscilaba entre las 800.000 y el millón de pesetas. Si no pagaban, amenazaban con matar a sus familiares en Colombia o se quedaban con sus propiedades.
Ya en España, la organización se encargaba de trasladar a las mujeres por los clubes y bares de alterne, donde permanecían recluidas y recibían a cambio una pequeña cantidad de dinero para su subsistencia, según la Guardia Civil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de octubre de 2001