El presidente de EE UU, George Bush, anunció ayer que su Gobierno va a restringir seriamente la concesión de visados de entrada para evitar la llegada de terroristas. Entre las condiciones que se van a endurecer, figuran las de los visados para estudiantes; cada año entran unos 600.000 y no se controla si realmente asisten a los centros educativos que los admitieron. Según Bush, vigilarán a los extranjeros que lleguen al país.
El presidente también anunció la creación de una fuerza especial para rastrear a posibles sospechosos de terrorismo, con el fin de negarles la entrada al país y, si ya estuvieran dentro, detenerlos, juzgarlos o expulsarlos.
Según el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, una de las labores de la nueva célula de crisis será presentar recomendaciones sobre los cambios de la política estadounidense en materia de inmigración, y actuará en coordinación con otras agencias del Gobierno que trabajan en la misma dirección, aunque Fleischer no precisó cuáles serían esas instituciones.
"Vamos a poner en funcionamiento una célula de crisis para bloquear a los terroristas extranjeros e impedirles que esta tierra de libertad pueda convertirse en la escena de acción de personas que vienen de otros países para atacar a nuestros ciudadanos", declaró Bush al comienzo de la primera reunión del recién creado Consejo para la Seguridad del Territorio Nacional. Este nuevo órgano de seguridad está formado por cinco secretarios (ministros) del Gobierno: Tesoro, Defensa, Justicia, Salud y Transportes, y por los directores de la CIA y el FBI.
Puertas entreabiertas
Sin embargo, el presidente subrayó que su Administración no tiene como objetivo cerrar las puertas a la inmigración. "Vamos a restringir la política de visados. Eso no significa que no vayamos a dejar a la gente venir a nuestro país", dijo Bush.
"Los inmigrantes legales son bienvenidos. Animamos a la gente a que venga a nuestro país de visita, para estudiar o para trabajar, pero no queremos a los que vienen para atacar a los americanos y vamos a mostrarnos muy estrictos en lo que se refiere a los visados y muy atentos sobre la conducta de los que vienen a este país". "Los americanos necesitan saber que hacemos todo lo posible para evitar cualquier ataque contra Estados Unidos", añadió el presidente.
Según el portavoz de la Casa Blanca, el control más restrictivo de las visas de entrada, que se une a otras medidas aprobadas por el Congreso para facilitar la vigilancia de las autoridades (algunas de ellas, en detrimento de la privadicad individual) está motivado porque varios de los 19 secuestradores de los aviones estrellados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, el 11 de septiembre, entraron a Estados Unidos con visas de estudiantes idénticas a las que se conceden por miles todos los años. "Evidentemente, esas personas vinieron aquí y cometieron los crímenes que cometieron, y esa es una lección que nosotros debemos aprovechar", añadió Fleischer.
Algunos de los terroristas suicidas estudiaron en academias que ofrecen clases de aviación en simuladores aéreos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de octubre de 2001