Voy a comentar y censurar una situación vivida el sábado noche, día de las penyas (peñas) en Benidorm. No comprendo, y al igual que yo bastantes más personas, cómo en el día de las penyas, que debe ser un día de confraternización, amistad y alegría, puede una peña hacer una representación en la que se ridiculiza la muerte de más de 5.000 personas.
Creo personalmente que éste es un tema muy sensible y fuera de lugar para un día de fiesta. Lo peor de todo no es solo la representación ofensiva de la pérdida de muchas vidas, sino además que en esa representación participasen responsables políticos de primer nivel de la ciudad (concejales). Un concejal es un represéntante del pueblo y como tal se le atribuye una responsabilidad y una ética que está por encima de los ciudadanos de a pie. Ese tipo de actos se debe de pensar mucho antes de llevarse cabo. Son temas candentes y de fácil representación pero muy poco éticos.
Para acabar me gustaría comentar que esa penya quedo en segundo lugar en el concurso de play back, por lo que tampoco llego a entender la actuación del jurado, que no se dé cuenta de que ese espectáculo no pinta nada y mucho menos se merezca un premio.
Con los sentimientos de las personas y más aún la vida de tanta gente no se juega, ni se parodia. Muy triste y vergonzoso ser ciudadano de esta villa. Un penyista, ciudadano y benidormense de pro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de octubre de 2001