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Los trastornos del imputado en el 'caso Alonso' no afectan a su voluntad, dicen los forenses

Miguel Ángel Giménez, el único imputado por la muerte del industrial guipuzcoano Patxi Alonso tras el suicidio de Haritz Alkorta en la cárcel, padece un 'trastorno de la personalidad', pero esta dolencia 'no afecta a su capacidad de conocimiento de los hechos' ni supone 'una pérdida de contacto con la realidad'. Así lo declararon ayer los médicos forenses que chequearon la salud mental de Giménez y Alkorta, el presunto autor material del crimen, tras la detención de ambos acusados. Durante el juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial de San Sebastián, los forenses recordaron que Giménez ingresó cinco veces en el Servicio Psiquiátrico del Hospital donostiarra por trastornos de la personalidad con 'distintas etiquetas', si bien subrayaron que la inteligencia y voluntad del encausado permanecen 'íntegras'.

Los especialistas explicaron que el imputado sufre accesos de 'agresividad' que centra sobre todo en sus padres, mientras que fuera del núcleo familiar, según indicaron, su trastorno 'no le impide llevar una vida normal'. Los forenses detallaron que el empresario recibió dos tiros por la espalda 'casi simultáneos' y 'mortales' cuando se encontraba sentado en su oficina, al tiempo que señalaron que el homicida disparó con la escopeta a la altura de la cadera. De acuerdo con la altura de los impactos y de los acusados, mantuvieron como hipótesis 'más probable' que el autor de los disparos fue Alkorta. El juicio continúa hoy con la presentación de las pruebas documentales, entre ellas un vídeo con la reconstrucción de los hechos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de octubre de 2001