Un grupo de unos cuarenta empleados del Banco Central Europeo (BCE), que tiene su sede en la localidad alemana de Francfort, se reúne una vez a la semana durante el almuerzo para cantar juntos y rebajar la tensión laboral. Cada miércoles, 'las voces de la banca europea' se encuentran a la hora del almuerzo en la sede central del banco emisor europeo o en algún edificio contiguo para 'desconectar durante un rato de la rutina laboral', señala Martin Benisch, abogado y portavoz de la coral. Aunque el inglés es el idioma común de trabajo y comunicación en el instituto bancario y en el mundo financiero de Francfort, en este particular coro también se escucha francés, italiano y español. El argentino Sergio Goldberg lleva la batuta de la coral. 'Es interesante y divertido porque te permite conocer otras lenguas, otras culturas y otra forma de ver las cosas', afirma Eva Pacheco, economista bilbaina de 36 años que participa en la coral a pesar de que no trabaja en el banco, aunque sí su marido. La diversidad cultural e idiomática es una de las peculiaridades de este coro, integrado por personas de todos los países de la Unión Europea (UE), que en su mayoría dominan como mínimo tres idiomas. Del total de 1.050 empleados del BCE, unos cuarenta, con una media de edad de 35 años, se ha animado a participar en esta actividad musical, aunque la presión laboral sólo permite que la mitad acuda regularmente a las pruebas semanales, que comenzaron en 1996 bajo el Instituto Monetario Europeo, predecesor del BCE.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de noviembre de 2001