Con los deberes ya cumplidos, el Deportivo acudió a las rebajas de Atenas sin demasiado interés por adquirir el último género a la venta. Ni siquiera recurriendo a los futbolistas más hambrientos de oportunidades logró Javier Irureta despertar al Deportivo para uno de esos duelos que congela los estímulos de los jugadores, ya sean titulares indiscutibles o gente como Djalminha y Makaay, que se desesperan fácilmente en el banquillo. El Depor encaró el partido con un ánimo burocrático que no le impidió ni conseguir el empate ni terminar primero de grupo.
La noticia era el regreso de Djalminha y, en ese aspecto, el partido no ayudó demasiado al brasileño. De su ingenio no hay duda, como quedó patente en alguna acción aislada, una pared de espuela o un pase de extraordinaria precisión hacia el hueco por detrás de la defensa. Djalminha dio la asistencia del empate en un córner e incluso rozó el gol mediada la primera parte, cuando un primoroso lanzamiento suyo se topó con una magnífica estirada del meta griego. Pero sería mucho pedir que el brasileño justificase sus protestas con una exhibición en un duelo mortecino de principio a fin.
OLIMPIAKOS 1| DEPORTIVO 1
Olympiakos: Georgiou; Mavrogenidis (Poursianidis m. 46), Anatolakis, Amanatidis (Kostoulas m. 21), Kontis; Giannakopoulos, Karembeu, Patsatzoglou, Djordjevic; Alexandris y Oforiquaye. Deportivo: Nuno; Héctor (Amavisca m. 62), César (Donato m. 40), Helder, Capdevila; Emerson, Mauro Silva (Pandiani m. 62); Scaloni, Djalminha, José Manuel; y Makaay. Goles: 1-0. M. 50. Djordjevic salva la entrada de Héctor y centrapara que marque Alexandris. 1-1. Capdevila, de cabeza. Árbitro: Markus Merk, alemán. Amonestó a Poursianidis, Scaloni y Djordjevic. 30.000 espectadores en el Spiros Louis.
El Olypiakos puso más entusiasmo, porque en el reparto de la pedrea aún le podía tocar la Copa de la UEFA, un buen premio de consolación para un equipo de fútbol muy limitado. A los griegos les bastó una arrancada de su mejor jugador, Djordjevic, para capturar un gol poco después del descanso, tras una primera parte que sólo invitó a la modorra. El Deportivo reaccionó y empató. Termina así una primera ronda brillante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de noviembre de 2001