La Generalitat ha decidido reducir el número de traslados de presos a centros sanitarios y establecer un sistema de visitas de los médicos a las cárceles, a raíz del tiroteo que sufrieron hace pocos días dos agentes de la policía autonómica a las afueras del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida cuando custodiaban a un recluso. Ambos agentes fueron heridos de gravedad por un cómplice del citado prisionero, que logró huir. El consejero de Interior de la Generalitat, Xavier Pomés, ha avanzado que en un plazo de unos 15 días el Gobierno catalán cambiará el sistema de atención sanitaria a los presos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de noviembre de 2001