Les escribo esta carta en nombre de una plataforma de carteros que trabajamos en Madrid, pero que no somos de aquí.
Tras aprobar la oposición nos destinaron a Madrid. Veníamos con la ilusión de volver a nuestras casas lo antes posible, en algunos de los concursos de traslados que se convocan periódicamente.
Pero vemos que las plazas que nos ofrecen para volver a nuestras localidades no son suficientes, por ello se nos van acumulando los años de espera.
De esta manera, la única forma de ver a nuestras familias son los fines de semana y haciendo 800, 1.000 o 1.500 kilómetros.
La dirección de Correos continúa incumpliendo sus propios plazos de convocatorias de concursos de traslados, a la vez que sigue sin convocar el número necesario de plazas para que todos nos podamos ir a nuestras localidades.
A fin de cuentas, lo único que pedimos es que, tras acabar el trabajo diario, podamos ver a nuestras familias.
Por ello, no nos cansamos de pedir cada año a la dirección de Correos que nos posibilite el traslado a nuestras casas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de noviembre de 2001