Tratar de hacerlo mejor, descansar y preparar la maleta. En la liga estadounidense hay tiempo para muy poco y a las pocas horas de acabar su primer encuentro, Pau Gasol debía coger un avión para ir a medirse al Minnesota Timberwolves, de su admirado Kevin Garnett. Y así hasta el mes de abril para cumplir el calendario de la liga regular de la NBA. En los 17 minutos que disputó el ala-pívot español anotó cuatro puntos y capturó cuatro rebotes. Su equipo, Memphis Grizzlies cayó (80-90) ante el Detroit Pistons.
Gasol no partió titular. Después de formar en el quinteto inicial de su equipo en los dos últimos encuentros de preparación de la temporada, su técnico Sidney Lowe prefirió utilizar a Stromile Swift. A falta de menos de cuatro minutos para finalizar el primer cuarto, el jugador español saltó a la pista. A los cinco segundos ya había sumado para su estadística el primer rebote.
Pero desde el primer momento se le vio incómodo. Pocos minutos antes del encuentro, Pau reconoció que se sentía raro. Muchos ojos españoles pendientes de él en Memphis y en España. Su mejor virtud en los partidos de preparación, la serenidad con la que ha afrontado tantos cambios en tan poco tiempo, no fue así en el partido ante Detroit. Después de casi dos meses en Estados Unidos, Gasol abrió los ojos y se despertó en la NBA.
El español se topó, además, ante un veterano de la Liga que se habrá encontrado en multitud de ocasiones en su carrera con un novato ansioso de destacar en su primer partido. Cliff Robinson, el talentoso pívot de los Pistons no le puso las cosas nada fáciles.
Sin ser Detroit un equipo que aspire a casi nada esta temporada, es capaz de amargarle la vida a un equipo lleno de novatos y con el cartel de ser la franquicia que menos ha tardado en la historia en llegar a 300 derrotas.
Si el equipo no corre su ataque estático es un tormento. En ataque de cinco contra cinco la paciencia no les llega a más de un pase. De este modo, Pau Gasol se pasó los primeros minutos de arriba abajo sin enterarse de qué iba el asunto.
Tan sólo el escolta Dickerson y el pívot Wright ponían algo de luz en el panorama, la suficiente para tener domesticados a los Pistons. Para colmo, a un equipo que le gusta tanto correr, ha llegado el jugador que más excesos de velocidad comete en la pista. Con Jason Williams el partido fue un sprint, Memphis se puso a galopar y no paró. El base metió la quinta y asistió a Gasol para que hundiera su primer mate en partido oficial de la NBA. Un tiro de larga distancia fue su segunda canasta. Antes cometió en un par de ocasiones falta y tuvo varias pérdidas de balón.
Primera víctima de Jordan
Por otra parte, la primera víctima del regreso de Michael Jordan fue el Atlanta Hawks. La estrella anotó 31 puntos en la primera victoria de la temporada de Washington Wizards. Anotó 13 de los 30 tiros que intentó, dio seis asistencias y cogió seis rebotes. La atención que acapara Jordan en la defensa contraria, es la mejor prueba para calibrar si sus compañeros son capaces de aprovechar las oportunidades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de noviembre de 2001