El informe sobre el futuro de la Estación Espacial Internacional (ISS) encargado por la NASA a un amplio comité de expertos -ante la evidencia de que se va a sobrepasar el presupuesto hasta 2006 en casi un billón de pesetas- critica la gestión financiera hasta la fecha de la estación, que ayer cumplió un año habitada en órbita. Los expertos creen que es imposible gestionar un proyecto gigantesco como éste sobre la base de presupuestos anuales, y reconocen que limitar el tamaño de la estación, como pretende Bush, sería perder una oportunidad única.
El presidente de EE UU, George Bush, en su proyecto de presupuesto para el año fiscal 2002, propone drásticos recortes en la estación que alcanzarían hasta el año 2006 e impedirían que fuera completada. El presupuesto no se ha discutido todavía en el Senado, pero la NASA ya trabaja sobre un proyecto mucho menor, que limitaría a tres el número de astronautas que podrían habitar la estación permanentemente, el mismo número que tripulaba la extinta estación rusa Mir.
La ISS estaba pensada para siete astronautas y, si sólo alberga tres, será prácticamente imposible realizar en ella las actividades científicas y tecnológicas significativas que la NASA ha presentado como justificación de su existencia, a pesar de las fuertes críticas del mundo científico. La estación ha sido también utilizada como herramienta de política exterior, con la integración de Rusia, Europa, Japón y Canadá en el proyecto, pero los continuos sobrecostes han terminado con la paciencia de muchos políticos en Estados Unidos.
Tras hacerse público el proyecto de presupuesto de Bush, el director saliente de la NASA, Daniel Goldin, creó en julio pasado un grupo de trabajo para estudiar la gestión y la evaluación de gastos del gigantesco proyecto, cuyo coste total se estimó en 1996 en 96.000 millones de dólares (17 billones de pesetas). El comité está formado por expertos ingenieros, científicos y financieros, entre ellos dos premios Nobel, y presidido por Thomas Young, antiguo presidente de la empresa Martin Marietta. El grupo de trabajo presentó ayer públicamente su informe, que será estudiado por el Consejo Asesor de la NASA la próxima semana.
En sus conclusiones, los expertos reconocen los "extraordinarios" logros técnicos del proyecto de la ISS, pero señalan que el actual plan para ejecutar el presupuesto de 2002 no es creíble. Para que lo sea, aseguran, se deben producir grandes cambios en la estructura de gestión, la cultura institucional, la forma de estimar los costes y el control del programa.
El informe indica que el cálculo original de costes fue extremadamente optimista y señala directamente a Goldin: "El estilo de Goldin de 'mejor, más deprisa y más barato' permeó el rediseño del programa. Se redujeron los costes de cada elemento de la estación y el contenido que se extrajo durante el rediseño ha conseguido volver al programa".
Como recomendaciones, el grupo de trabajo señala que se deben hacer grandes cambios en la gestión de la ISS, que hay que reducir todavía más los costes de mantenimiento y de investigación en el proyecto reducido y que se deben proporcionar más fondos del presupuesto de la NASA destinado a misiones tripuladas. Goldin pidió públicamente hace unos días que su sucesor no cancele un programa que considera imprescindible, el desarrollo de un vehículo espacial que sustituya al transbordador actual y que se incluye en ese apartado del presupuesto.
La Estación Espacial Internacional es el proyecto de ingeniería espacial más complicado de la historia, e implica a 16 países de cuatro continentes, a través de las agencias espaciales de Estados Unidos, Rusia, Europa, Japón, Canadá y Brasil. Sus diseñadores la concibieron como un centro de investigación mundial, en el que tripulaciones rotatorias de siete miembros debían trabajar en seis laboratorios científicos.
El montaje de la estación se inició a finales de 1998, pero se retrasó por la demora rusa en suministrar un módulo imprescindible, que fue lanzado finalmente en julio de 2000. La primera tripulación de la estación, formada por el estadounidense William Shepherd y los rusos Yuri Guidzenko y Serguei Krikaliov llegó el 2 de noviembre. Dos rusos y un estadounidense forman también la actual y tercera tripulación de la ISS, que llegó el 12 de agosto y volverá antes de fin de año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de noviembre de 2001