El maratón de Nueva York, el más famoso del mundo, será en la edición de hoy el más especial. Unos 30.000 corredores, 20.000 estadounidenses y 10.000 extranjeros, disputarán una prueba marcada por las excepcionales medidas de seguridad y por el recuerdo del atentado del 11 de septiembre. Unos 12.000 voluntarios, 6.000 policías -se han unido 1.200 reservistas de la Guardia Nacional-, más 100 agentes del FBI y de la CIA que correrán infiltrados entre los atletas, formarán la seguridad en tierra. A ella se unirá la vigilancia con helicópteros, aviones y hasta satélites. Nueva York estará tomado desde las alcantarillas hasta el cielo, y no sólo en los 42,195 kilómetros del recorrido. El que gane un keniano, como se prevé, o un etíope, será esta vez lo de menos.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de noviembre de 2001