Las palmeras de los bulevares de Managua (Nicaragua) amanecieron pintadas en un color fucsia. Grandes vallas en las calles anuncian: 'El amor es más fuerte que el odio'. En los anuncios de televisión sobresale una figura con aire de predicador dominical mientras el estribillo de su canción repite: 'Nicaragua, unida, vamos a la tierra prometida'. Uno pensaría que es el inicio de una cruzada religiosa, o quizá el lanzamiento comercial de algún producto new age, pero se trata de algo menos exótico; es sólo Daniel Ortega, el antiguo líder revolucionario, que está en campaña electoral y que por tercera vez consecutiva es el candidato presidencial del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el único que ha conocido esta fuerza política y que en esta ocasión estrena una nueva simbología.
Por lo menos tres de los nuevos aliados de Ortega, el democristiano Jarquín, la conservadora Argüello y el miskito Fagoth, estuvieron presos por oponerse a la revolución sandinista
En 1990 Ortega se presentó con el atuendo machista de un 'gallo ennavajado'; en 1996 se vistió de blanco impecable y sustituyó el himno del FSLN -el 'Luchamos contra el yanqui, enemigo de la humanidad'- por la Novena sinfonía de Beethoven. Ahora ha reemplazado el rojinegro de su bandera partidaria por un color rosa chicha, como el color de la tradicional bebida de maíz, que para los entendidos en asuntos esotéricos evoca un cierto misticismo, atribuido a la influencia de su esposa, la poeta Rosario Murillo.
Más allá de esta simbólica muda de piel, la principal diferencia con las dos veces anteriores, en las que fue derrotado por un amplio margen, radica en que en las elecciones de hoy Ortega tiene posibilidades reales de ganar.
En la víspera de la elección, la mayoría de las encuestas arrojan unos resultados sumamente cerrados -'empate técnico', dicen los expertos, al señalar distancias menores de dos puntos porcentuales- entre Ortega y el candidato del partido del Gobierno, Enrique Bolaños. Un tercer partido, el conservador, obtendría menos del 4% de intención de voto. 'Cualquiera de los dos (Ortega o Bolaños) puede ganar por un margen estrecho', pondera el encuestador Raúl Obregón, director de la consultoría M
La resurreccin de OrtegaCmo explicar la resurreccin de este hombre, que hace tres aos, cuando su hijastra Zoilamrica Narvez lo acus de haberla violado, pareca un cadver poltico? El escritor Sergio Ramrez, vicepresidente de Ortega durante la revolucin y luego fundador del disidente Movimiento de Renovacin Sandinista (MRS), atribuye el resurgimiento de su antiguo compaero a mritos ajenos. 'l est capitalizando la crisis econmica y la corrupcin sin paralelo del Gobierno de Alemn, eso le ha devuelto a la gente la idea de que hay que probar otra vez con Daniel Ortega', indica.
Ramrez pertenece a la minora que en este pas polarizado no ha tomado bando por Ortega o Bolaos. Junto a los escritores Ernesto Cardenal y Gioconda Belli , suscribi un pronunciamiento proclamando: 'No votaremos', porque ambos candidatos 'representan el pasado'. Los escritores fustigan el pacto poltico de hace dos aos entre Ortega y el presidente Arnoldo Alemn, por el quel se repartieron el control de todas las instituciones del Estado -Justicia, Contralora, Consejo Electoral, etctera- y, de paso, eliminaron de forma arbitraria la participacin electoral de otras opciones polticas. 'La democracia est secuestrada por los caudillos', concluyen los intelectuales.
No obstante, otras personalidades no sandinistas le han dado el beneficio de la duda a Ortega, y alrededor de la maquinaria poltica ortodoxa del FSLN han formado una alianza electoral de pequeos partidos denominada Convergencia Nacional. Por lo menos tres de sus nuevos aliados, el democristiano Agustn Jarqun -candidato a vicepresidente- la conservadora Miriam Argello -que sera procuradora de Justicia si Ortega llega a la presidencia- y el diputado de la etnia miskita Steadman Fagoth -que fue el lder de la Contra indgena-, estuvieron presos en las crceles de Ortega por oponerse a la revolucin en los ochenta.
Incluso un sector de los sandinistas democrticos agrupados en el MRS, ahora encabezados por la legendaria
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de noviembre de 2001