Hace escasos días, nuestro inefable ministro de Asuntos Exteriores presentó el logotipo que utilizaremos en el primer semestre de 2002, durante la presidencia española en la Unión Europea. Como es sabido, el logotipo figura una piel de toro que se estira por su punta superior derecha hacia una de las doce estrellas símbolo de la Unión. Tan imaginativo logotipo fue, al parecer, seleccionado previo concurso convocado ad hoc, al que acudieron reputados diseñadores.
¡Pero cuál sería mi sorpresa cuando, con ocasión de asistir a la proyección de una de las tres películas españolas preseleccionadas para los Oscars 2002, pude observar, en los títulos de crédito, cómo el aludido filme cuenta con el apoyo de Europa CINEMAS (una iniciativa del programa media de la Unión Europea), cuyo logotipo consiste en un paralelogramo de forma romboidal que también se estira con, no hacia, una pequeña estrella inscrita en el ángulo superior de la figura geométrica.
Confieso que el plagio distrajo mi atención, por lo que llegué a perder a ratos el hilo de la película; pero cuando salí me rehice pensando que en el país de los plagios uno más no tenía importancia. Al fin y al cabo, pensé que qué demonios, que inventen ellos. Y solté un taco y quedéme satisfecho.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de noviembre de 2001