El presidente de Navarra, Miguel Sanz, defiende la rebelión de alcaldes de UPN, que se ha negado a acudir ante el Parlamento foral en las últimas semanas. Sanz acusa al Legislativo navarro de 'inmiscuirse en la autonomía municipal' e 'invadir las competencias de los ayuntamientos'. A juicio de Sanz, los partidos de la oposición quieren gobernar desde Parlamento legislativo y provocan 'espectáculos lamentables' dentro de una 'espiral' destinada no a colaborar con los entes municipales, sino a hacer pasar a los alcaldes de UPN 'por el trago de unas comparecencias donde les espera no una actitud de cooperación, sino una crítica política', manifestó el viernes en declaraciones a Radio Nacional.
Los servicios jurídicos del Parlamento, al igual que el Consejo de Navarra, emitirán informes que aclaren si los alcaldes están obligados o no a comparecer ante el Parlamento foral cuando éste lo requiere. El presidente se mostró contrario a esa obligatoriedad.
Al mismo tiempo, el Sanz adelantó que si el PSN-PSOE pretende 'desequilibrar' el déficit cero previsto en el borrador de presupuestos de Navarra para el 2002, pactadas ya por UPN y CDN, 'no habrá acuerdo' con los socialistas. El PSN ha pedido al Gobierno de Navarra un giro 'radical' en las cuentas y ha advertido que si no se produce no las apoyará. Esto podría suponer la prórroga del presupuesto de 2001, que, a juicio de Juan José Lizarbe, secretario general del PSN, es ' mucho mejor' que el proyecto pactado con UPN con sus socios convergentes.
Lizarbe y Sanz se reunirán mañana para seguir negociando. UPN y CDN suman 25 votos, la mitad exacta del Parlamento, lo que no garantiza la aprobación de las cuentas si toda la oposición vota en contra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de noviembre de 2001