El Juzgado de lo Penal número dos de Málaga ha condenado al dueño de un club de alterne Laurel, de Pizarra, a seis meses de prisión y multa de 1.080.000 pesetas al no tener dadas de alta a camareras extranjeras, que ejercían la prostitución, al considerar que ha incurrido en un delito contra los derechos de los trabajadores.
En la sentencia, también se condena al gerente, E.A.V., a la misma pena de prisión y a pagar una multa de 540.000 pesetas al entender el juez que ambos han cometido 'un abuso de trabajadores extranjeros' ya que las mujeres procedían de Colombia, la República Dominicana, Guinea Ecuatorial y Nigeria.
En este sentido, el magistrado, Rafael Linares Aranda, explica que el dueño del club, F.A.S., ha incurrido en un delito 'de riesgo abstracto dirigido a proteger a todos los trabajadores frente a una nueva forma de explotación favorecido por determinados rasgos de la estructura económica mundial de nuestro tiempo'.
El fallo considera que la relación de las mujeres con el titular del establecimiento 'es de naturaleza laboral', ya que hay una prestación de servicios por cuenta ajena, un hábito en los mismos, dependencia, retribución y jornada.
Además, el juez mantiene que las camareras permanecían un periodo de tiempo en el local, con horario para la captación de clientes, al objeto de consumir bebidas y para mantener relaciones sexuales a bajo precio y que ello 'evidencia una actividad en la que concurren las notas que tipifican toda relación laboral'. Se resalta que la 'imposición' mediante engaño de una prestación de servicios sin derecho a la Seguridad Social debe ser considerada un 'procedimiento malicioso', aunque, subraya que este engaño 'no se debe confundir con el de estafa'. Estas mujeres, de 25 a 42 años, carecían de permisos de trabajo en España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de noviembre de 2001