Los adiestradores perros de trineo volvieron a los viejos caminos de las explotaciones mineras de La Arboleda a poner a prueba la fuerza de sus animales. Su instito natural les impulsa a correr arrastrando los trineos, incluso si no hay una gota de nieve y necesitan ir sobre ruedas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de noviembre de 2001