El principal aliado de Estados Unidos en Europa, el primer ministro británico, Tony Blair, convocó ayer en Londres a los principales líderes de la Unión Europea en una improvisada reunión de alto nivel. El estancamiento del proceso de paz en Oriente Próximo y la participación de tropas europeas en la guerra de Afganistán fueron los ejes de la cena en Downing Street. A la residencia oficial de Blair estaban ya invitados el canciller alemán, Gerhard Schröder; el presidente francés, Jacques Chirac, y su primer ministro, Lionel Jospin. Pero para evitar otro desaire al jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, también fue convocado. Ayer se hizo oficial que Roma enviará tropas a Afganistán. Al final, fueron llamados también el presidente español, José María Aznar; el presidente de la Unión, el belga Guy Verhofstatd; el alto representante diplomático, Javier Solana, y el primer ministro holandés, Win Kok. Aznar informó a sus socios sobre los contactos mantenidos en Mallorca entre el líder palestino, Yasir Arafat; el ministro de Exteriores israelí, Simón Peres, y el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, para alcanzar la paz en Oriente Próximo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de noviembre de 2001