El Gobierno del Reino Unido ha abierto una investigación sobre las clínicas que ofrecen a los futuros padres la posibilidad de elegir el sexo de su hijo, según informó ayer el periódico The Observer. Para ello emplean un controvertido método de fertilización.
El Gobierno ha encargado a la Autoridad de Fertilidad y Embriología que investigue esa práctica. El método se estaría ofreciendo en varios establecimientos con licencia oficial, aunque sólo cuando se trata de equilibrar la composición de una familia entre niños y niñas.
La técnica consiste en separar los filamentos de esperma que portan cromosomas X (femeninos) de aquellos que contienen los Y (masculinos). Según los expertos, puede provocar deficiencias genéticas entre los recién nacidos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de noviembre de 2001