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CRÓNICA

Otro diamante de Rubén

Rubén, un grancanario de veinte años, corta estatura y explosivo como pocos delanteros de la Liga, lo volvió a hacer el pasado domingo. Asombró a todos con aquel gol que sentenciaba la goleada al Real Madrid y el domingo repitió hazaña contra el Celta en su primer partido como titular.Frente a los de Del Bosque, el delantero amarillo recogió un balón fuera del área, vio a Casillas adelantado, la dejó botar y lanzó una vaselina que cayó cerca del larguero como un meteorito. Fue un detalle de audacia y decisión, dos de las virtudes que adornan a Rubén.

A Cavallero le endosó un gol distinto. El Celta buscaba el empate de forma desesperada. Corría el minuto 92. Muchos espectadores abandonaban el estadio para degustar el Madrid-Barça. Entonces, Eloy abrió a la derecha a Edu Alonso. El vasco se deslizó por el césped para evitar que la pelota se perdiera por línea de fondo y conectó un potente centro casi raso. Rubén ya corría hacia el área pequeña pensando más en intentar remachar bajo los palos. El balón se le quedó algo retrasado y solucionó lo imposible con un destello: abrió las piernas y la levantó con el tacón del pie derecho.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de noviembre de 2001