Las mayores empresas españolas en Argentina, el núcleo de una inversión directa que sumó 41.000 millones de dólares en 10 años, apoyaron ayer el nuevo plan económico argentino y prometieron colaborar para que tenga éxito. "Parece algo viable y necesario para que el país retome la senda del crecimiento", dijo José María Ranero, presidente de la Fundación Cámara Española de Comercio de la República Argentina (FUCAES), que agrupa a las 14 principales empresas de capitales españoles con presencia en el país. Mientras tanto, el Gobierno argentino iniciaba ayer la ronda de conversaciones consideradas decisivas para alcanzar el imprescindible acuerdo con las provincias.
El presidente Fernando de la Rúa viaja el próximo jueves a EE UU, donde será recibido el domingo por George Bush, y debe presentarse ante los funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) con el suficiente respaldo político para sostener el plan económico anunciado la pasada semana. El programa se basa en proponer a los acreedores una rebaja del 11% al 7% en los intereses de la deuda pública, estimada en 140.000 millones de dólares, para que Argentina pueda destinar el ahorro de unos 4.000 millones a la reactivación.
Pese al optimismo empresarial español, el índice de riesgo del país superó los 2.500 puntos tras el anuncio del plan, valorado por los grandes bancos y los fondos de pensión argentinos, que tienen más del 40% de los títulos de deuda, como "una declaración de cese de pagos encubierta tras la supuesta reestructuración voluntaria". Por otro lado, el IPC de Argentina bajó un 0,4% en octubre, quinto mes consecutivo en el que hubo deflación a causa de la recesión.
El secretario general de la presidencia, Nicolás Gallo, y el presidente de la Unión Industrial Argentina, Ignacio de Mendiguren, advirtieron sobre un posible "golpe de mercado". Según De Mendiguren, "ésta no va a ser una discusión pacífica, hay 4.000 millones de dólares en juego, si el Gobierno no tiene el apoyo de todos los sectores financieros que hicieron un gran negocio durante los últimos nueve años van a intentar un golpe de mercado".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de noviembre de 2001