La clínica Mayo de Rochester (Minnesota) anunció ayer una nueva prueba de ADN para detectar el ántrax (carbunco) en menos de una hora, al tiempo que han aparecido nuevos lugares contaminados y continúa el misterio sobre el origen de la bacteria que ya ha matado a cuatro personas. Durante el pasado fin de semana se descubrieron esporas en uno de los centros donde el Pentágono procesa el correo, en un hospital de veteranos de guerra y en las oficinas del alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani.
El análisis de ántrax descubierto en la clínica Mayo aligerará la carga de los epidemiólogos, que hasta ahora tardaban varios días en poder identificar un lugar o persona infectados. El nuevo sistema permitirá no sólo hacer los análisis más rápidos, sino en el mismo sitio donde se sospeche que existe contaminación. Aunque ha despertado grandes esperanzas en los ensayos, su eficacia no se podrá comprobar hasta que se distribuya a centros de todo el país a fines de esta semana.
El nuevo foco descubierto en la oficina de correos del Pentágono fue descontaminado el domingo. Los investigadores creen que se trata de un caso de "contaminación cruzada", ya que las cartas proceden de la oficina postal de Brentwood (Nueva Jersey) desde la que se envió la carta al senador Tom Daschle con esporas. Las autoridades sanitarias creen que ése ha sido el caso también de los focos detectados en el hospital de veteranos y en las oficinas del alcalde de Nueva York. Tanto el alcalde como los portavoces del hospital confirmaron que nadie se ha infectado.
El Centro para el Control de Enfermedades ha comenzado una ofensiva profiláctica en prevención de nuevos ataques bioterroristas y ha vacunado contra la viruela al personal sanitario.
[El Departamento de Estado anunció ayer que se han descubierto esporas de ántrax en el consulado estadounidense de Lahore, en Pakistán, informa Efe.]
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de noviembre de 2001