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Nazis rusos matan a 3 extranjeros y siembran el terror en Moscú

Jóvenes nacionalistas destruyen locales y causan decenas de heridos

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se ha interesado de nuevo por las acciones legales y policiales contra el extremismo a raíz de los últimos asaltos xenófobos ocurridos en Moscú. Tres muertos (un indio, un tayiko y un armenio), decenas de heridos y la destrucción de numerosos locales comerciales era hasta ayer el balance de la incursión de una horda de jóvenes nacionalistas rusos, que en la noche del 30 de octubre sembraron el terror en la capital.

Durante la sesión gubernamental de ayer, Putin pidió a su ministro del Interior, Borís Grizlov, que proponga medidas para actuar con más eficacia contra el extremismo. El viernes, el líder ruso había solicitado al ministro de Justicia que acelerara la puesta a punto de una ley sobre el mismo tema. El presidente ya había exhortado a combatir el racismo en abril, cuando un grupo de ultraderechistas asaltó un mercado de Moscú para celebrar el cumpleaños de Adolf Hitler.

Al grito de 'a por los negros', un grupo de adolescentes enfurecidos, armados con barras metálicas, asaltaron el martes pasado el mercado de Tsaristsino, en Moscú, y no escatimaron golpes a todos cuantos les parecieron representantes de las comunidades caucásicas o asiáticas, a las que de forma despreciativa se etiqueta como 'negros'. Ni las mujeres ni los niños se libraron de la horda, que, tras continuar su excursión en el Metro, asaltó el hotel Sebastopol, conocido centro de la diáspora afgana. Además de los muertos, se registraron 23 heridos y 25 detenidos. Entre éstos, un joven de 17 años es el principal sopechoso de golpear hasta la muerte a un padre de familia armenio que se cruzó casualmente con los vándalos.

Considerando la brutalidad de los sucesos, la reacción de las autoridades rusas es bastante tibia e indica que no se han sacado las consecuencias pertinentes de sucesos semejantes. Siendo Borís Yeltsin presidente de Rusia, el Gobierno presentó un proyecto de ley sobre el extremismo al Parlamento. El proyecto no fue discutido, porque una mayoría de la Cámara se oponía a él. En cuanto a los órganos de orden público, la acción de la policía en Moscú se dirige en gran medida contra los ciudadanos de origen caucásico y de los países asiáticos de la Comunidad de Estados Independientes.

Sobre los negros recae la arbitrariedad de las autoridades municipales y policiales de la capital, como documentan de forma regular los grupos de defensa de los derechos humanos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de noviembre de 2001