Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Víctor Erice publica el guión frustrado de 'La promesa de Shanghai'

El libro, editado por Areté, detalla el proyecto del director de 'El sur'

El guión de La promesa de Shanghai, título de la película que Víctor Erice iba a rodar a partir de la novela de Juan Marsé El embrujo de Shanghai, será publicado por Areté el próximo día 22. El libro, además de reproducir la versión completa del guión, incluye tres textos del director de El espíritu de la colmena. En ellos cuenta los motivos que le acercaron al proyecto y los que finalmente le alejaron de él.

La adaptación cinematográfica de El embrujo de Shanghai -la novela que Marsé publicó en 1993, tomando el título de la película de Josef von Sternberg (1941)- ha dado lugar a una delicada polémica entre el que iba a ser su director, Víctor Erice, y su productor, Andrés Vicente Gómez. Juan Marsé, que siempre mostró su entusiasmo por el proyecto del director de El sur, no ha querido pronunciarse en la batalla que mantienen el productor y el cineasta. Tampoco el que finalmente ha sido su director, Fernando Trueba (que también cuenta con la complicidad de Marsé), ha entrado en la polémica.

Andrés Vicente Gómez, sin embargo, señaló ayer que la publicación del guión de Erice no le parece "ni ética ni correcta". "Pero prefiero no manifestarme", añadió el productor. "Prefiero esperar hasta que haya leído lo que se dice en él. A mí nadie me ha pedido permiso para publicarlo, y si me perjudica tomaré las medidas oportunas".

La película, producida por Lolafilms, se ha rodado este año bajo la dirección de Fernando Trueba a partir de un guión propio. El trabajo de Erice, que se prolongó durante más de tres años, se publica ahora en Areté (una colección especial creada por Lumen, Plaza

"Aquí empieza mi historia"

El guión de La promesa de Shanghai se abre con un verso de Antonio Machado: 'Entre el vivir y el soñar / hay una tercera cosa. / Adivínala'. Cada capítulo (o bloque) está acompañado por fotografías, carteles y recortes que el propio Erice fue recogiendo a lo largo de su trabajo. En el guión, la ciudad china sólo es una referencia que aparece en postales. La evocación de aquel lugar remoto se cristalizaba en simples souvenirs. El guión arranca con la imagen de una hoja de papel. La mano de un hombre de edad madura empieza a escribir. 'Vemos así, negro sobre blanco, ocupando toda la pantalla, brotar el trazo de su letra'. Escuchamos su voz: 'Aquí empieza mi historia, y me habría gustado que hubiese en ella un lugar para mi padre, tenerlo cerca para aconsejarme, para no sentirme tan indefenso ante mis propios sueños...'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de noviembre de 2001

Más información