La sucesión en la dirección de la empresa familiar y la imagen de estas compañías ante la sociedad son los principales problemas a los que se enfrentan estas compañías, según explicó ayer el director académico del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Juan Francisco Corona. Esta es una de las conclusiones presentadas ayer en el IV Congreso Nacional de la Empresa Familiar que a lo largo de dos días se ha celebrado en Santiago de Compostela. Al Congreso han asistido más de trescientas personas.
En opinión del IEF, el empresario ha de comenzar a planificar su sucesión entre los 40 y 45 años y, tanto el sucesor como el que va a ser sucedido, 'han de interiorizar lo antes posible el papel que van a jugar en la empresa familiar'. Así, dijo Corona, si el posible sucesor no está interesado en asumir el cargo 'debe comunicarlo cuanto antes' para 'no romper la armonía de la familia'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de noviembre de 2001