El obispo de Oxford, el reverendo Richard Harris, ha corrido en ayuda de un equipo de fútbol de la prestigiosa ciudad universitaria inglesa. Ha practicado un contundente exorcismo para tornar la suerte del Oxford United que, desde su relegación a tercera división, lleva perdidos 13 partidos de los 17 jugados esta temporada. El exorcismo pretende restar fuerza al 'mal de ojo' que un grupo de gitanos presuntamente lanzó contra el nuevo estadio del club. Su construcción llevó al desalojo de los gitanos que acampaban en los mismos terrenos con el consentimiento del propietario anterior. Recogieron sus pertenencias, pero dejaron atrás una efectiva maldición. Así al menos lo interpreta el obispo: 'En muchos partidos, el Oxford United estaba jugando mucho mejor que sus rivales, pero falló una tras otra en los últimos minutos. Parece que la suerte nos había abandonado', comentó ayer en una emisora local. Su milagrosa receta comienza a funcionar. Oxford United empató en casa el sábado pasado.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de noviembre de 2001