La dirección del Partido Popular no ha emprendido ninguna medida disciplinaria contra el veterano ex diputado popular y ex vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores Luis Ramallo después de que éste expusiera el pasado lunes, durante una hora, su versión del caso Gescartera ante la Comisión de Derechos y Garantías del PP. La dirección del Partido Popular ni siquiera ha optado, de manera preventiva, por abrirle un expediente informativo.
Ramallo tuvo una polémica intervención como vicepresidente de la CNMV en relación con Gescartera y luego como notario de esa sociedad de valores. Ramallo relató sus relaciones con el caso Gescartera al presidente del comité de disciplina del PP, José Manuel Romay; al secretario de ese organismo, Carlos Argos, y al secretario de Organización del partido, Juan Carlos Vera. Ramallo dedicó la mayor parte de su exposición a contar que nunca ha tenido nada que ver con Gescartera ni con su propietario, Antonio Camacho.
Días de estudio
La comisión de disciplina se tomará unos días para estudiar esa declaración de Ramallo y obrar en consecuencia. Pero es más que indicativo que no se haya resuelto siquiera abrirle un expediente informativo previo a cualquier tipo de sanción, a pesar de las duras conclusiones políticas sobre su actuación que extrajo el portavoz popular en la comisión de investigación del Congreso sobre Gescartera, Vicente Martínez Pujalte.
Luis Ramallo quiso demostrar con sus datos y con sus documentos, los mismos que entregó en su día a la comisión de investigación, que su primer contacto con Camacho se produjo pocos días antes de abandonar la CNMV. Y que pese a las investigaciones sobre su comportamiento realizadas por el Colegio de Notarios y por los Ministerios de Justicia y de Administraciones Públicas nadie ha probado que haya incurrido en incompatibilidad.
Los dirigentes del PP le reclamaron precisión sobre la coincidencia temporal de su abandono de la CNMV y sus tratos con Camacho. Ramallo explicó que conoció a Camacho en una comida que le organizó un amigo periodista dos semanas antes de dejar la CNMV, en septiembre de 2000.
Ramallo se alargó sobre los regalos que le hizo Camacho. Afirmó que jamás había querido ocultar esos obsequios, que detalló en agosto cuando estalló el escándalo. También aseguró que no mintió al Congreso cuando dijo que no sabía si alguien de su familia tenía una relación profesional con Camacho o sus socios. Luego se descubrió que existía esa relación, con su hija, a través de la firma Colombo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de noviembre de 2001