Alberto Orozco Castellano, un colombiano de 49 años, dueño de un locutorio en Usera, murió ayer asesinado de dos tiros en la frente. Un hombre, supuestamente de su misma nacionalidad, entró en su local a las 21.30 y le descerrajó dos tiros, según los testigos. Después huyó a la carrera. Con la muerte de ayer, se han registrado en la región 82 asesinatos desde comienzos de año, lo que supone casi el doble de los 43 homicidios registrados en 2000.
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Los hechos ocurrieron en el locutorio Medina, en el número 8 de la calle de María Antonia. El dueño, que horas antes había estado jugando al dominó con unos amigos, cayó muerto a la entrada de su local, como confirmaron los médicos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil. El fallecido, que estaba casado y era padre de una niña de pocos meses, tenía papelinas de cocaína en los bolsillos del pantalón. La Policía Municipal y agentes de la comisaría de Usera-Villaverde peinaron la zona, pero no localizaron al pistolero.
Orozco es el decimoséptimocolombiano asesinado en Madrid en lo que va de año. El crimen más sangriento ocurrió el 17 de septiembre en un piso de la calle de Historias de la Radio, en Puente de Vallecas, donde murieron a tiros cuatro colombianos. Ante esta escalada violenta, la policía puso en marcha la Operación Café, consistente en someter a estrecho control a inmigrantes ecuatorianos y colombianos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de noviembre de 2001